Para elegir su nombre surgidos de invasiones optan por recordar a los patriarcas: apelan al fundador del municipio, a los próceres antiguos y recientes, a los políticos o a las fechas históricas, como si les urgiera la necesidad tacita de invocar protección.
En cambio, los mas tradicionales o de significativa procedencia rural para nombrarse, describen las características naturales del entorno: Altico, Ventilador, Quebraditas, Pozo Azul. Entre tanto la mayoría de los de clase media – esas urbanizaciones construidas a partir de los años 60 -, invocan nombres de santos, sonoros lugares paradisíacos o de abolengo español o indígena. Como las bandas presidenciales, las de las reinas de barrio indica con claridad que representan.
Pero del prócer solo les quedara un apellido. Con el las vivaran en los bazares de chicha, guarapo, aloja, tamales y empanadas y en los desfiles individuales que realizan para darse a conocer, repartiendo besos desde un jeep descarpado, acompañados de niños y muchachos entusiastas y la insistencia de los pitos.
Tomado de: la ebrida de los apóstoles,
torres William Fernando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario